La Sociedad Española de Medicina de Familia y Comunitaria ha denunciado la campaña de vacunación masiva contra el papilomavirus mediante Gardasil, por la escasa incidencia del cáncer de cuello de útero en España, por el desconocimiento real de la eficacia de esta vacuna y de su seguridad y por su excesivo precio, habiendo otras prioridades. Pero el carácter de virus endógeno del papilomavirus añade un nuevo y terrible factor de riesgo a estas críticas. En Estados Unidos, el registro público sobre los efectos adversos de las vacunas ha denunciado 4541 efectos secundarios de Gardasil, entre ellos 11 muertes y 82 reacciones con peligro para la vida.
El Doctor Harald zur Hausen, reciente Premio Nóbel de Medicina por su descubrimiento de que el cáncer de cuello de útero está producido por un virus, afirma que "habría que vacunar al 100% de la población (incluidos los varones) contra el papilomavirus" (El País, 26/10/2008). El Premio Nóbel hace, en la entrevista, afirmaciones tan peregrinas como que está convencido de que los virus pasan de los mamíferos al hombre por comer carne cruda o poco hecha, o que el 21% del los cánceres son de origen infeccioso. Si cada una de estas afirmaciones puede parecer muy cuestionable, el conjunto de ellas hace sospechar sobre los motivos reales de la concesión del Nóbel.
Veamos algunos datos: En España, la mortalidad por cáncer de cuello de útero es de menos de dos mujeres por cada cien mil. El cáncer de cuello de útero está asociado a la falta de higiene y a la pobreza. El país que muestra la mayor incidencia es Haití, el más pobre del mundo, con unas cifras que llegan al 3%, por causa de la "falta de higiene y la promiscuidad", pero sobre todo por la pobreza.
La necesidad de la campaña de vacunación masiva que las autoridades sanitarias están promocionando no se sostiene, simplemente, atendiendo a las cifras de la incidencia de dicho cáncer, pero mucho menos si nos atenemos a sus verdaderas causas. ¿Cuál puede ser, pues, el motivo de semejante desatino? Algo que, posiblemente, "sorprenderá" a los lectores: La avidez de dinero de los laboratorios farmacéuticos que comercializan la carísima vacuna "Gardasil", cuya supuesta eficacia (y lo que es peor, sus posibles efectos) no se podrán comprobar hasta pasados 20 ó 30 años. Los laboratorios Merck emprendieron, el pasado año, una campaña de presión a los políticos de Estados Unidos para que su vacuna se aplicase con carácter obligatorio. En el estado de Texas lo consiguieron e, incluso, Merck hizo una campaña para que las escuelas no admitieran a las niñas de 11 y 12 años que no hubiesen sido vacunadas.
Finalmente, su campaña se suspendió por las protestas sobre su alto costo y por la reacción de las fuerzas conservadoras con el argumento de que la campaña favorecía el sexo prematrimonial. A pesar de la suspensión de la campaña, los beneficios económicos de la vacuna han sido enormes. Ahora, lo intentan en España.
Pero, ¿Cuál es la verdadera relación de los virus con el cáncer? ¿Son causa o son efecto? Hace tiempo que se ha comprobado en algunos tumores que emiten partículas retrovirales.
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