La uveítis es la inflamación de la úvea, que es la capa vascular del ojo que aporta la mayor parte del suministro sanguíneo a la retina. La uveítis es de curso lento y progresivo y es una de las causas del ojo rojo. Suele acompañarse de disminución de la agudeza visual. No produce secreciones externas lo que la distingue de otras causas de ojo rojo, como la blefaritis, conjuntivitis y el chalazión. Suele cursar con cierta intolerancia a la luz y requiere de un exhaustivo examen por parte del oftalmólogo. Puede afectar a uno o ambos ojos. Si no es tratada a tiempo, puede provocar una ceguera definitiva.
Hay cuatro tipos de uveítis: anterior, intermedia, posterior y panuveitica. 1) Anterior: También llamada iridociclitis por afectar primordialmente al iris y cuerpo ciliar, es la más frecuente, entre el 70 y 90 por ciento de las uveítis, y se caracteriza por enrojecimiento del ojo, conjuntiva irritada, dolor y pérdida de visión parcial. 2) Intermedia o parsplanitis, que es la inflamación de la pars plana, área estrecha ubicada entre el iris y la coroides; generalmente es un proceso leve que afecta a los hombres jóvenes y no se asocia a ninguna otra enfermedad. 3) Posterior, que es la inflamación de la coroides o (coroiditis), y si se afecta también la retina se llama coriorretinitis. 4) Panuveítis, la cual afecta toda la úvea, es decir, los segmentos anteriores y posteriores del interior del ojo.
Tratamiento: La uveítis suele ser tratar con glucocorticoides esteroideos, de uso tópico, oral, colirios o intravascular.
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