Intestino Grueso

El intestino grueso es la penúltima porción del tracto digestivo, formada por el ciego, el colon, el recto y el canal anal. El intestino tenue se une al intestino grueso en el abdomen inferior derecho a través de la papila ileal. El intestino grueso es un tubo muscular de aproximadamente un metro y medio de largo. En la primera parte del intestino grueso se llama el ciego. El intestino grueso continúa absorbiendo agua y nutrientes minerales de los alimentos y sirve como área de almacenamiento de las heces.

El colon se subdivide a su vez en: 1) colon ascendente, el cual se extiende desde el ciego hasta la flexura cólica derecha; 2) colon transverso, que se extiende de la flexura cólica derecha a la flexura cólica izquierda; 3) colon descendente y sigmoideo, que posee unas relaciones muy parecidas a las del colon ascendente en cuanto a la pared abdominal.

El intestino craso procede embriológicamente de la parte del asa intestinal primitiva que sufre menor número de flexuras. Al completar el intestino un giro positivo de 270° (contrario a las agujas del reloj) en torno al eje de la arteria mesentérica superior, el comienzo del intestino craso se encuentra en la fosa ilíaca derecha. Teniendo en cuenta que existe un punto fijo (la cloaca primitiva que posteriormente originará el ano), el recorrido que hace el intestino primitivo dibuja perfectamente el futuro marco cólico del adulto. El marco cólico encuadra las asas yeyunales e ileales, que tienen situación inframesocólica.

El instestino grueso no presenta glándulas, ni microvellosidades ni pliegues circulares. Presenta, en la túnica serosa, evaginaciones. Una evaginación llena de tejido adiposo constituye un apéndice omental. En el intestino grueso hay una gran cantidad de exocrinocitos caliciformes. Las poblaciones celulares epiteliales son las mismas del intestino tenue. Neuronas estrelladas eferentes multipolares heterópodas forman parte de los ganglios intraparietales parasimpáticos.

El intestino grueso alberga unas 700 especies diferentes de bacterias que cumplen diferentes funciones. Esta gran cantidad de bacterias, útiles para el organismo, se las conocen como flora intestinal. El instestino grueso absorbe una variedad de nutrientes producidos por estas bacterias. Los polisacáridos no digeridos son metabolizados en cadenas cortas de ácidos grasos por la flora intestinal y absorbidos a través de difusión pasiva. El bicarbonato que segregado por el intestino grueso ayuda a neutralizar el incremento de acidez que resulta de la formación de estos ácidos grasos. La flora intestinal también produce vitaminas, como la vitamina K y biotina (vitamina B), las cuales son absorbidas e incorporadas al torrente sanguíneo. Una capa de moco, o mucus, protege las paredes del intestino grueso de los ataques de las bacterias de la flora intestinal.