Los riñones tienen unos 10 a 12 cm de largo y unos 3 cm de ancho. Pesan 150 g cada uno. El color de los riñones es rojo castaño y están separados de los órganos del abdomen por el peritoneo parietal. Están redeado por una capa de grasa que los fija, pero que permite que se deslicen hacia abajo en cada inspiración.
El riñón derecho es un poco más bajo que el izquierdo. Sobre su polo superior se hallan las cápsulas suprarrenales. Su borde interno es cóncavo y recibe el nombre de hilio, pues llegan y salen por ese lugar la arteria renal y la vena renal. Se halla también allí la llamada pelvis renal, la cual tiene la forma de embudo y en la cual desembocan los llamados cálices, que reciben cada uno la orina de una de las pirámides renales.
Si se corta uno de los riñones en forma paralela a sus dos caras, se podrá observar que su sustancia propia se halla formada por dos zonas de color distinto, a las cuales se las llama "medular" (interna), y "cortical" (externa). La sustancia medular, de color más rojizo, forma unas 9 a 12 masas triangulares llamadas pirámides renales. Su base está en contacto con la sustancia cortical y su vertice, que presenta de 15 a 20 orificios pequeños, se halla en comunicación con un caliz renal que lleva la orina a la pelvis renal.
La zona cortical, que es de color más amarillento, presenta en su parte más externa pequeños puntitos rojos que corresponden a los corpúsculos de Malpighi. La sustancia cortical cubre a la medular y rellena también los espacios que dejan entre sí las pirámides de Malpighi.
Lo más importante de los riñones son las nefronas. Hay aproximadamente un millón de ellas en cada riñón. Cada nefrona se halla constituida por el corpúsculo de Malpighi y del túbulo urinífero, el cual está compuesto por varias partes. El corpúsculo de Malpighi contiene un vaso capilar ramificado, el cual forma un ovillo llamado "glomérulo". El glomérulo recibe la sangre de un pequeño vaso llamado "aferente", el cual le aporta sangre arterial procedente de la arteria renal.
La sangre sale del glomérulo por otro vaso llamado "eferente". La sangre proveniente del vaso eferente irriga en su mayor parte a los túbulos renales y va a dar después a la a la vena renal libre ya de sustancias nocivas. Rodeando el glomérulo se halla la cápsula de Bowman, que tiene dos capas que dejan entre si un espacio que comunica con el comienzo del túbulo renal. En realidad la cápsula de Bowman es la extremidad ensanchada del túbulo renal que invagina el glomérulo.
La cantidad de sangre que pasa por los riñones es de aproximadamente 1 litro por minuto, vale decir, que más o menos cada 5 minutos pasa toda la sangre por el riñón. Esa sangre, proveniente de la arteria renal, tiene una presión en el glomérulo de 75 mm de mercurio, la cual tiene a filtrar la sangre. Y aunque hay elementos que tratan de contrarestar dicha filtración (como la presión osmótica de la sangre y presión del tejido renal) filtran los glomérulos más de 100 g de líquido por minuto. Este líquido contiene todos los elementos solubles del plasma sanguíneo, salvo las albúminas.
Esto daría una enorme cantidad de orina que si se eliminara así haría que el organismo perdiese junto con las sustancias que debe eliminar, otras que necesita. Para evitar esto, los túbulos renales reabsorben aproximadamente el 99 % del agua que filtran los glomérulos y seleccionan las sustancias que esa agua contiene disueltas, reabsorbiendo por completo algunas, como glucosa y potasio, y dejando pasar parte de otras como la sal. Otras no vuelven a pasar a la sangre como la creatina. La reabsorción de parte de lo filtrado a través de los glomérulos por los túbulo renales, es regulada por una secreción interna del lóbulo posterior de la hipófisis.
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