La diferencia de competencias entre los hemisferios cerebrales es exclusiva del ser humano. Esto se debe a que nuestros cerebros se han especializado de este modo a lo largo de la evolución humana. El lenguaje y la lógica necesitan procesos de pensamiento más ordenados y sofisticados que los que necesita la orientación espacial. Se trata simplemente de que las dos mitades del cerebro son complementarias. En la mayoría de los adultos, los centros del habla están situados en el lado izquierdo. No obstante, alrededor de un 15 % de los zurdos y un 2 % de los que usan preferentemente la mano derecha, tienen centros del habla en ambas partes del cerebro. De todos modos, algunos zurdos desarrollan el habla en el hemisferio izquierdo únicamente, y menos de la mitad la tienen en el hemisferio derecho.
Lateralización cerebral
Desde que nacemos, existe una clara tendencia hacia una lateralización cerebral. Lo que lleva a que la mayoría de los seres humanos sean diestros, y un 10% aproximadamente zurdos. También la mayoría muestran un predominio del lado derecho. Es decir, que si se ven obligados a elegir prefieren emplear el ojo, o el pie o el oído derecho. La causa (o causas) de la lateralización no se comprenden del todo, pero se sabe que el hemisferio cerebral izquierdo controla el lado contrario del cuerpo, y el hemisferio izquierdo resulta ser el predominante. Ello es así en un 90-92 % de los seres humanos porque el hemisferio cerebral izquierdo es el encargado del lenguaje.
En todas las comunidades humanas los individuos son mayoritariamente diestros. Esa tendencia a la lateralización derecha puede tener un origen biológico tanto como ser resultado de un refuerzo cultural. El predominio del lado derecho como un contenido cultural puede constatarse tras un somero análisis de los idiomas. En castellano la palabra “siniestra” (del latín sinistra, a la izquierda) además de significar "mano izquierda", se emplea también con significados peyorativos y negativos (pues describe aquello que es avieso, malintencionado o infeliz, o bien todo aquel daño que pudiera ser indemnizado por una compañía de seguros). En francés la palabra gauche significa también torpe o indiscreto. En inglés la palabra left (izquierda) procede del anglosajón lyft, que significa inútil o débil. Hay que decir también que la palabra aristocracia procede del griego clásico aristera (izquierda). Esa predisposición peyorativa hacia todo lo izquierdo no se reduce a la cultura europea: los caracteres de la escritura china están diseñados para diestros, y no se ha encontrado ninguna comunidad humana en la que haya una predominancia del lado izquierdo.
Se denomina ambidiestro (o ambidextro) a aquella persona que escribe con ambas manos o que utiliza ambos lados del cuerpo con la misma habilidad. La ambidestreza es, sin embargo, muy rara. Incluso aquellos que son ambidiestros muestran un propensión a utilizar un lado del cuerpo más que el otro. En todo caso, el dominio de un lado del cuerpo no es constante en cada persona: un individuo puede escribir con la izquierda, pero comer o practicar un deporte con la derecha (lo que se llama lateralidad cruzada). Puede suceder, incluso, que la lateralidad cruzada obedezca a un entrenamiento o al diseño de la herramienta que se emplea. A este respecto, las estadísticas[3] indican lo siguiente: Predominio de la mano derecha: 88.2% Predominio del pie derecho: 81.0% Predominio del ojo derecho: 71.1% Predominio del oído derecho: 59.1% Mano y pie del mismo lado: el 84% Ojo y oído del mismo lado: 61.8%.
Anatomía de los hemisferios cerebrales (video) parte 1
Anatomía de los hemisferio cerebrales (video) parte 2
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