El impulso nervioso es una onda transitoria de inversión de voltage que existe a nivel de la membrana plasmática de la neurona y que se inicia en el lugar donde se produce el estímulo. Para generar el impulso nervioso la membrana plasmática neuronal tiene lo que se llama una bomba de potasio / sodio (K+ Sa+). Esta bomba usa la energía liberada cuando es desdoblada la molécula de adenosín trifosfato para bombear 3 iones de sodio fuera de la célula y 2 iones de potasio hacia adentro. Esto se realiza por medio de las proteinas de transportes adheridas a la membrana plasmática de la neurona.
Tres iones de sodio de adentro de la célula se adherieren a la proteina de transporte. Luego un grupo fosfato es transferido a la proteina de transporte cuando la molécula de adenosín trisfosfato es desdoblado. Esto hace que la proteina de transporte ubicada en la membrana plasmática cambie de forma y libere los tres iones de sodio hacia afuera de la célula. Luego los dos iones de potasio ubicados fuera de la célula se adhieren a la proteina de transporte y cuando el grupo fosfato es removido, la proteina vuelve a tener la forma original, liberando los dos iones de potasio hacia adentro de la célula.
El impulso nervioso viaja desde el cuerpo celular hasta el teledendrón en el extremo del axón. Luego los neurotransmisores, contenidos en vesículas sinápticas ubicadas en los botones del teledendrón del axón, provocan un salto del impulso nervioso a través del espacio sináptico hacia la dendrita de otra neurona.
El impulso nervioso viaja a lo largo de un axón mielínico en forma no contínua sino saltatoria. Esto se debe a los nódulos de Ranvier, los cuales son hendiduras que separan las vainas de mielinas. En cambio en las fibras nerviosas amielínicas el impulso nervioso es conducido en ondas continuas de inversión de voltaje hasta los botones terminales de los axones a una velocidad que es proporcional al diámetro del axón y varía de uno a cien metros por segundo.
El impulso nervioso viaja desde el cuerpo celular hasta el teledendrón en el extremo del axón. Luego los neurotransmisores, contenidos en vesículas sinápticas ubicadas en los botones del teledendrón del axón, provocan un salto del impulso nervioso a través del espacio sináptico hacia la dendrita de otra neurona.
El impulso nervioso viaja a lo largo de un axón mielínico en forma no contínua sino saltatoria. Esto se debe a los nódulos de Ranvier, los cuales son hendiduras que separan las vainas de mielinas. En cambio en las fibras nerviosas amielínicas el impulso nervioso es conducido en ondas continuas de inversión de voltaje hasta los botones terminales de los axones a una velocidad que es proporcional al diámetro del axón y varía de uno a cien metros por segundo.
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